Si solo pudiera volver a escribir con mi carmín en tu espalda,
regalarte mi vida en cada mirada,
si aún cerrando los ojos,
sigo viendo tus ojos, tu alma.
No soy más que una rosa sin espinas,
no soy más que una paloma sin alas.
No soy más que el silencio entre las balas.
Si solo pudiera esconder mis lágrimas,
una vez más entre mis ojos.
Si solo supiera devorar el tiempo,
como él, el recuerdo.
Tanto amor en cada latido,
tanto amor en el olvido.
Entre las costuras del silencio,
donde hasta las palabras entre nuestras miradas huyen,
donde los besos saben a mentiras,
las heridas con la sal de nuestro llanto supuran,
no otra cosa, solo odio y agonía.
Si solo pudiera morir sin tenerte,
regalar nuestras caricias al destino.
Que si tenemos que juntarnos dejar al tiempo que lo haga,
que si tenemos que olvidar, olvida el odio amigo mio.
Si solo pudiera decirte con un beso,
todo lo que en el silencio, ha caído.
Si solo pudiera darte, amor, todo lo que tú me has dado.
Corre, corre ahora hacia la felicidad con paso agigantado.
Nadie va a cerrarte las puertas del cielo,
nadie va a cortarte el paso,
el precio a pagar es el amor, y tú, lo has pagado.
Me sentaré en el eco de tu nombre,
donde la libertad solo es un buen recuerdo.
Me sentaré a esperar y que el polvo de hadas me haga volar hasta ti de nuevo,
corriendo hacia la felicidad yo he tropezado.
Supongo que era el precio a pagar, por la tuya,
yo vivo en el destierro y así, limpio mis pecados.