martes, 12 de abril de 2016

Ante mi, me rindo

Me he cansado de andar de puntillas, para no despertar a los demonios que viven en tu corazón, me he cansado de mirarte y no verte, de pensarte en silencio y muy bajito en mis adentros, por si a caso te escucha la vida y decide cumplir lo prometido y traerte hacia mis brazos, porque puede que no te quiera tanto. 

Me he visto a mi misma rendida ante tus pies, y me he visto a mi misma besando tus lágrimas, me he visto a mi misma vencida ante un amor que ni mucho menos era eterno, y me he visto a mi misma resurgiendo de entre mis pecados, mucho mejor de lo que lo había hecho hasta ahora. 

Me he cansado de maldecirme a mi misma, por no olvidar lo olvidado, y por alimentarte y alimentar mi odio y mis ganas. Me he odiado a mi misma por no odiarte, y te he amado más de lo que yo he podido, a mi misma, amarme. Me he cansado de escribirte por las noches, a oscuras, clandestina, para que nadie pueda encontrarte. Me he cansado de tocarte en la distancia, y de susurrar a tu corazón entre las sombras del recuerdo, y cuando lo tenga entre mis manos, ese corazón que siempre había querido, ahora he comprendido, que ni si quiera entonces será mio. 

Y entonces, me he cansado de quererte, de velarte y guardarte por si vuelves, y me he olvidado, de que yo, ya me había ido.