martes, 30 de agosto de 2016

Declaración de intenciones

En vez de perderme en tus ojos, esta vez parece que me haya encontrado y dejo que se enteren hasta las estrellas de que las cinco letras que tiene tu nombre, también me bastan para decirte lo que siento. Y es que, ¿qué pasa si los juegos ya han terminado?, si me he cansado de despedidas y esta vez he llegado a tu vida para quedarme, para pisar con fuerza, para provocar un ciclón. 

Qué pasa si esta vez mis lágrimas no besan mis mejillas y la comisura de mis labios se sorprende formando una sonrisa, esa sonrisa que claman mis ojos y que veo en los tuyos como si solo fuéramos uno.
Esta vez en vez de negarte, negarme y negarnos, creo que te he abierto los brazos y que, no solo has llegado para instalarte si no que voy a retenerte, porque te quiero y esta vez no pasa nada si se entera todo el mundo, porque mis ojos lo gritan, mis labios lo susurran y mi corazón lo exclama en cada latido. 

Y por si esta vez no me he pasado de cursi, de sentimental, de sincera, de rompedora y de escandalosa, voy a encargarme de que se me oiga bien fuerte y de que puedas recordarlo cada vez que mires a otras y tengas la descarada insensatez de decirles que las quieres. Y es que amor, con las mismas letras que gastas en engañarte, engañarme y engañarnos, desperdiciando esas burdas declaraciones de amor, escribo con saliva en tu espalda mi nombre en tus sueños. 

Creo que esta vez, despidiéndome de Agosto una madrugada en mi ventana, he callado con un beso tus dudas, las mías y las de cualquiera, porque por si acaso todavía no te ha quedado lo suficientemente claro, te quiero. Con más fuerza, más ganas y más lunas que nunca, con más ímpetu que quien sea. 

En vez de abrazarme al olvido he anidado en tu espalda, y si quieres perderme de vista vas a tener que decirlo, porque esta vez no me olvida cualquiera.