martes, 31 de enero de 2017

Yo me amo

No estamos hechos para nadie, ni nada, estamos hecho para nosotros mismos. Para ser, reír, vivir, reinventar y dibujarnos cada mañana sea como sea que quiera que seamos, o que queramos ser. No estoy hecha para gustarte, ni para agradarte, ni para sonrojarte, estoy hecha para amarme a mí, en todas mis infinitas posibilidades. Porque si estuviera hecha para gustarte a ti, sería un cojín, una mesa o quizás una bonita silla que adora un despacho elegante. No podría ser una flor, no podría ser una hoja, no podría ser la hierba, ni una estrella infinita o quizás una nube en mitad del cielo. No podría ser humana, ni azarosa, ni volátil, ni podría, creo que de hecho no podría ni tan si quiera, gustarte. Porque en el preciso instante en el que sientas que deberías cambiar solo un ápice de mi, he dejado de gustarte para siempre. Es cierto, es tan real casi como yo.


No estoy hecha para ti y de hecho no quiero estarlo. No me completas, no me complementas, no me adornas, no me engrandeces y es más, no me amas. Si no amas todo lo que soy, ni si quiera quiero que me ames. No quiero que imagines otras posibilidades, otras costumbres, otro pelo, otros ojos, otra risa, otros dientes, otras manos, otra yo. No quiero que necesites imaginarlo. No necesito alguien que necesite imaginarlo.



No estamos hechos para nadie, que no sepa querernos tal y como somos.