viernes, 28 de junio de 2013

Ahora que mi corazón ve desde los ojos..

El llanto ha cesado.
Soñamos juntos, 
ahogando nuestro sufrimiento en una misma súplica, 
en un mismo suspiro, mi aliento, nuestro aliento.

No importa lo lejos que estén mis zapatos de la cima, 
ellos siempre querrán volar, llegar. 
No importa lo poco que quede por rozar la felicidad, 
yo siempre querré acunarla en mis brazos. 
Aunque el tiempo no sea eterno, 
aunque la fugacidad del momento nos reconcoma el alma, 
yo guardaré los mejores momentos en mi retina.

No importa cuanto cambien las personas, 
el sentimiento seguirá llamando a mi ventana. 
Anidarán las mismas palomas, y las hojas de los árboles 
volverán a enterrar mi cuerpo.

No importa los vaivenes a los que se empeñe en someterme el destino. 
Las personas que un día ame, las palabras que he callado, las sonrisas, las lágrimas a las que mis mejillas han dado cobijo. 
Todo seguirá en mis manos, 
presente en cada arruga de mi entrecejo, 
en cada surco de mi piel, en cada pedazo de mi pecho.
No importa cuanto me empeñe en crecer, porque siempre volveré al punto de partida.