Ya solo nos decimos que nos amamos
con los ojos, y a ratos,
cuando nos miramos, se quebrantan sollozos.
Y aparecen sonrisas a quemarropa,
y antojos de tocarte en mis manos.
Yo quería,
cruzar los mares contigo por bandera,
y ahora me encuentro naufragando entre las letras.
Y es que amor,
tú eres el veneno con el que me gustaría morir.
Y volver a ti cuando suba la marea.